Hoy, en el día mundial del melanoma, os quiero hablar de la importancia que tiene la prevención del cáncer de piel.
El melanoma es la forma de cáncer de piel más peligrosa y se forma por la transformación de los melanocitos.
Cualquier persona puede desarrollar un melanoma, pero existen varios factores de riesgo como tener fototipo bajo (piel clara), un número elevado de nevus o lunares, algún antecedentes personales o familiares de cáncer de piel y la presencia de lesiones de daño solar crónico.
Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero con mayor frecuencia en las zonas más expuestas al sol (brazos, rostro, piernas o espalda). También puede aparecer en zonas ocultas (cuero cabelludo, uñas, planta del pie, genitales…) más frecuentemente en personas de piel oscura y el problema es que son zonas que no se suelen revisar
Por todo ello, la mejor prevención ante el melanoma es la detección precoz y la protección frente a la luz ultravioleta.
Detección Precoz
El diagnóstico precoz mediante un chequeo periódico con el dermatólogo y conocer los signos puede ayudar a la detección ya que se puede tratar con éxito si se diagnostica a tiempo. En este sentido, existe una regla sencilla para ayudar a identificar los lunares inusuales de los benignos: la regla ABCDE.
A para Asimetría: si trazamos una línea en el centro las dos mitades deben ser simétricas, sino coinciden es signo de alarma
B para Borde: los bordes de un melanoma suelen ser ondulados e irregulares
C para Color: los lunares benignos suelen ser de una única tonalidad de marrón. Si vemos cambios de color (marrón, negro, azul o rojo) o bien una distribución irregular, es una señal de alerta.
D para Diámetro: los melanomas suelen crecer más que un lunar benigno, nos pueden alertar los que miden más de 6mm
E para Evolución: cualquier cambio de tamaño, forma, color u otro síntoma como sangrado, picor o costras son señales para acudir al médico.
Protección solar
La mejor forma de disminuir el daño solar es impedir las quemaduras y reducir la radiación solar a lo largo de la vida. Por ello debemos evitar las cabinas de bronceado y fotoprotegernos todo el año como parte de nuestra rutina.