El océano, esa enorme masa de agua salada que cubre más del 70% de la superficie de nuestro planeta juega un papel fundamental en nuestras vidas aunque para muchos pase desapercibido. Pocos saben, por ejemplo, que el mar es el pulmón de la tierra, ya que gracias al Fitoplancton es capaz de renovar el 50% del dióxido de carbono que desprendemos, o que es el gran regulador de clima terrestre.
Hoy se celebra el día mundial de los Océanos para recordarnos la importancia que juegan en nuestra vida cotidiana y concienciarnos del impacto que tiene nuestra actividad sobre ellos. Y el ejemplo más claro lo hemos visto ahora, durante los meses de confinamiento, cuando el medio marino ha experimentado una explosión de vida.
En los últimos años se ha estudiado como afectan los cosméticos al ecosistema marino y se ha podido ver que algunos componentes presentes en fotoprotectores pueden dañar los arrecifes de coral, por no hablar de los microplásticos de los que tanto se ha hablado o las siliconas cíclicas que no son biodegradables.
Hawái se ha convertido en un referente para el mundo al aprobar, por primera vez, un proyecto de ley que prohíbe la venta de protectores solares que contengan sustancias nocivas para los arrecifes de coral y otros organismos marinos.
Nosotros podemos aportar nuestro granito de arena usando fotoprotectores respetuosos con el medio marino, evitando fórmulas con oxibenzonas, octinoxano o siliconas cíclicas. Laboratorios como Polysianes, Caudalie, Ladival o Isdin se han puesto las pilas en este sentido reformulando sus productos solares y realizando pruebas de biodegradabilidad para asegurar que podamos protegernos del sol sin dañar la vida marina. Los podemos reconocer porque suelen llevar un sello de biodegradable, seafriendly o eco-responsable.
